En castellano se menciona por primera vez la palabra juglar
en 1116, en León, España. La palabra mester
viene de la palabra menester que procede del latín ministerium que significa
ministerio que a su vez significa 'oficio'.
Había dos tipos: los juglares épicos: que recitaban poesía
narrativa, y los juglares líricos, que se dedicaban a cultivar la poesía
sentimental y a difundir composiciones poéticas como coplas, poemas compuestos por trovadores etc.
En la primera Edad Media (X,XI,XII y XIII) eran más numerosos los primeros; a
partir de la segunda mitad del siglo XIII y en el XIV dominan más los líricos.
Existían distintas diversos tipos: el remedador, que se dedicaba a
imitar; el cazurro, el que ejercía artes plebeyas; el juglar de gesta, el
goliardo, mezcla de estudiante y vagabundo, conocedor de instrumentos y
compositor. La palabra incluye también el concepto de músico y sus tipos son
muy diversos, desde el cantor de tabernas o el que adornado con paños costosos
subía a los palacios y acompañaba los viajes de los nobles hasta el que se
presentaba en las iglesias con toda suerte de instrumentos (la flauta, el
salterio, el tambor, el albogón, la vihuela o el rabel). Aunque algunos componían
sus propias letras, por lo general repetían textos ajenos.
Los juglares eran unos personajes de humilde origen, cómicos
ambulantes que se dedicaban, además, a ejercicios circenses, haciendo juegos
malabares, actuando como bufones que cuentan
chistes o tañen instrumentos sencillos, o bailan y cantan representando piezas
sencillas de mimo o títeres y, es lo que importa para la historia de la
literatura, recitando versos que componían otros autores, llamados trovadores, bien
en los lugares públicos (las plazas de los pueblos, sobre todo), bien en
castillos de señores feudales por los cuales eran alojados; muchas veces se
ayudaban con dibujos.
CLÉRIGO DE LA EDAD MEDIA |
MESTER DE CLERECÍA. El mester de clerecía se engendró, por el contrario, en
ámbitos eclesiásticos y religiosos más cultos, como los estudios generales o
las escuelas catedralicias o monacales, y utilizaba un vocabulario amplio,
preñado de cultismos y colores retóricos, estrofismo y no tiradas, verso
regular e isosilábico y una rima más exigente, la consonante, con temas no
guerreros sino religiosos y morales y una conciencia clara de querer hacer
"otra cosa" que los juglares, aunque con frecuencia tomaron algunos
procedimientos estilísticos de los juglares, que ya habían configurado una
cierta tradición literaria que contribuyeron a enriquecer, civilizando la
lengua vulgar.
Ejemplos de Mester de Clerecía
Ejemplos de Mester de Clerecía
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