miércoles, 14 de octubre de 2015

LITERATURA POPOL VUH

INSTRUCCIONES: Da clic en el siguiente link y Ve el siguiente video y aplica el formato de análisis literario que se te dio, el trabajo se realizara por equipos de 4 a 5 integrantes.

LITERATURA INDÍGENA: "NETZAHUALCÓYOTL Al dador de la vida "


Literatura indígena de tradición oral

El abanico de la literatura indígena mexicana que se hace hoy, en este siglo XX, ofrece sus varios rostros y diversos idiomas por medio de distintos géneros: cuento, teatro, novela y poesía, que se patentizan en tres vertientes: la histórica, la de creación personal y la de tradición oral.
 La histórica narra orígenes, desarrollo, vicisitudes y logros de las comunidades, ejidos o municipios; la creación personal responde a impulsos individuales de expresión propia, mientras que la tradición oral transporta contenidos culturales transmitidos de generación en generación. En cuanto a la producción poética en sí, ésta se da en los territorios de la creación personal y de la tradición oral, pero comparte con los otros géneros una característica principal: reflejan y manifiestan un universo autónomo y autosuficiente, pleno de profunda espiritualidad, asociada a la total identificación con la naturaleza, y que tiene al maíz como símbolo del centro sagrado, cereal que ha constituido, históricamente, la base alimenticia y núcleo de la cosmovisón indígena.

La literatura indígena se diferencia de la literatura indianista, literatura indigenista y literatura en lenguas indígenas, pues cada una tiene sus propias características. En la literatura indianista los escritores no son indígenas, sino que pretenden ser portavoces de nuestra cultura. En la literatura indigenista los escritores tampoco son indígenas pero tratan de adentrarse en nuestro pensamiento desde su perspectiva, tratan de penetrar nuestra cosmología indígena y ya sus personajes indígenas son más convincentes. La literatura en lenguas indígenas es realizada por indígenas que han accedido a la escritura de la lengua autóctona y están produciendo textos.
Etapas.
A través de metáforas y símbolos, los pueblos de las altas culturas expresaron la lucha entre la vida y la muerte. Entre medio de los hombres están los dioses, cuyos orígenes constituyen un verdadero misterio.
Tres concepciones del mundo se entremezclan a través de la historia precolombina: la etapa mágica, la etapa religiosa y la etapa histórica.
En la etapa mágica el hechicero era el invocador o nombrador de las fuerzas benignas y su lenguaje, de carácter ritual, contenía los elementos de una poesía, espontánea y revelada.
En una etapa posterior, el lenguaje simbólico y religioso, sirvió para dejar testimonio, con patético acento lírico, de la destrucción de sus culturas en manos de los conquistadores, como en este poema escrito en náhuatl, después de la conquista:
"Todo esto paso con nosotros. Nosotros lo vimos, nosotros lo admiramos. Con suerte lamentosa nos vimos angustiados. En los caminos yacen dardos rotos, los cabellos están esparcidos. Destruidas están las casas, enrojecidos tienen sus muros"




AZTECAS.
Se sabe, así, que entre los aztecas llegaron a formarse verdaderas escuelas literarias y que al menos hubo tres grandes centros culturales: Tenochtitan (México), Texcoco y Cualhtitlán. En las primeras de esas ciudades, existió un verdadero emporio cultural, y en la segunda hubo archivos y museos importantes, ahora desaparecidos.Los géneros literarios mas cultivados fueron la lírica , la épica, el drama y además, la historiafria.

La poesía lírica
La poesía lírica estuvo íntimamente ligada a la música y a la danza, es decir, que la poesía era cantada y bailada. Esta poesía era anónima e intervenían tres agentes: el compositor de la letra, el músico y los bailarines y cantores. La temática no era muy variada, y trataba principalmente de la fugacidad de la vida, el enigma de la muerte con frecuentes alusiones al mas allá, la vanidad del hombre y la rapidez del goce en la vida.
Estaba impregnada de ideas religiosas, acordes con el concepto azteca de la vida, que en su opinión, consistía en la guerra, la muerte, el mundo de ultratumba y las clases sociales. No quedan sino escasos vestigios de la poesía amorosa o satírica. En cuanto a la forma, fue muy común el uso del verso hemistiquios. La épica y los himnos religiosos  Los aztecas componían himnos religiosos en honor a sus dioses, que provenían de la inspiración de compositores oficiales de los templos.
En materia épica o guerrera los aztecas tuvieron una profunda conciencia. Escribieron problemas sobres sus héroes y la historia, bastantes rudimentarios, en los cuales mezclaban ciertos lirismos.





POEMA: EL DADOR  DE VIDA.

Nos enloquece el dador de la vida

No en parte alguna puede estar la casa del inventor de sí mismo.
Dios, el señor nuestro, por todas partes es invocado,
por todas partes es también venerado.

Se busca su gloria, su fama en la tierra.
Él es quien inventa las cosas,
él es quien se inventa a sí mismo: Dios.
Por todas partes es también venerado.
Se busca su gloria, su fama en la tierra.

Nadie puede aquí,
nadie puede ser amigo
del Dador de la Vida;
sólo es invocado,
a su lado,
junto a él,
se puede vivir en la tierra.

El que lo encuentra
tan sólo sabe bien esto: él es invocado;
a su lado, junto a él,
se puede vivir en la tierra.

Nadie en verdad
es tu amigo,
¡oh Dador de la Vida!
Sólo como si entre las flores
buscáramos a alguien,
así te buscamos,
nosotros que vivimos en la tierra,
mientras estamos a tu lado.

Se hastiará tu corazón,
sólo por poco tiempo
estaremos junto a ti y a tu lado.

Nos enloquece el Dador de la Vida,
nos embriaga aquí.

Nadie puede estar acaso a su lado,
tener éxito, reinar en la tierra.

Sólo tú alteras las cosas,
como lo sabe nuestro corazón:
nadie puede estar acaso a su lado,
tener éxito, reinar en la tierra.

Pongo enhiesto mi tambor ...

Pongo enhiesto mi tambor,
congrego a mis amigos:
allí se recrean,
los hago cantar.
Tenemos que irnos así:
recordadlo:
sed felices,
oh amigos.

¿Acaso ahora con calma,
y así ha de ser allá?
¿Acaso también hay calma
allá donde están los sin cuerpo?
Vayamos ...
pero aquí rige la ley de las flores,
pero aquí rige la ley del canto,
aquí en la tierra.
Sed felices,
ataviaos,
oh amigos.

¿Eres Tú Verdadero…?

¿Eres tú verdadero ( tienes raíz )?
Sólo quien todas las cosas domina,
El Dador de la vida.
¿Es esto verdad?
¿Acaso no lo es, como dicen?
¡Que nuestros corazones
no teman tormento!

Todo lo que es verdadero,
(lo que tiene raíz),
dicen que no es verdadero
(que no tiene raíz).
El Dador de la vida
Sólo se muestra arbitrario.
¡Que nuestros corazones
no tengan tormento!.

¿A dónde iremos…?

¿A dónde iremos
donde la muerte no existe?
Mas ¿por esto viviré llorando?
Que tu corazón se enderece:
aquí nadie vivirá para siempre.
Aun los príncipes a morir vinieron,
hay incineramiento de gente.
Que tu corazón se enderece:
aquí nadie vivirá para siempre.

La poesía de Nezahualcóyotl es una  expresión de la imagen del cosmos que poseía el rey-poeta. Refiriéndose a la deidad nos dice:


"No en parte alguna puede estar la casa del inventor de sí mismo.
Dios, es señor nuestro, por todas partes es invocado,  
por todas partes es también venerado.
Se busca su gloria, su fama en la tierra.
Él es quien inventa a sí mismo: Dios.
Por todas partes es también venerado.
Se busca su gloria, su fama en la tierra".

Este inventor de sí mismo es, por cierto, un artista creador:


"Oh, tú con flores  
pintas las cosas,  
Dador de la Vida:  
con cantos tú  
las metes en tinte,  
las matizas de colores:  
a todo lo que ha de vivir en la tierra! Luego queda rota  
la orden de Aguilas y Tigres:  
¡Sólo en tu pintura  
hemos vivido aquí en la tierra!"

Esta concepción de la vida como la actividad del pincel divino se refleja en el hombre que:

"En la casa de las pinturas comienza a cantar,  
ensaya el canto,  
derrama flores,  
alegra el canto.
Resuena el canto,  
los cascabeles se hacen oír,  
a ellos responden  
nuestras sonajas floridas.  
Derrama flores,  
alegra el canto.

Sobre las flores canta  
el hermoso faisán,  
su canto despliega  
en el interior de las aguas.  
A él responden  
varios pájaros rojos,  
el hermoso pájaro rojo  
bellamente canta.

Libro de pinturas es tu corazón,
has venido a cantar,  
haces resonar tus tambores,  
tú eres el cantor.

En el interior de la casa de la primavera,  
alegras a las gentes."


Homologar el universo con una casa de pinturas –al igual que aquélla donde se guardaban los códices–, la biblioteca y pinacoteca divina, y al hombre como capaz de recrear el canto universal (ser su bardo o ministro), es una explosión de formas y colores, algo deslumbrante.1 Es concebir al mundo –y a nuestro paso por la vida– como una permanente obra de arte donde se proyectan indefinidas imágenes cambiantes, igualmente bellas y fantásticas, así estén coloreadas por la dicha o la tristeza, por el florecimiento de la paz o por la dramática batalla cósmica. José Luis Martínez escribe: "...la vida le parece a Nezahualcóyotl semejante a los libros pintados y el Dador de la Vida actúa con los hombres como el tlacuilo que pinta y colorea las figuras para darles vida. Pero, al igual que en los libros, también los hombres van siendo consumidos por el tiempo:


Como una pintura  
nos iremos borrando,  
como una flor  
hemos de secarnos  
sobre la tierra,  
cual ropaje de plumas  
del quetzal, del zacuán  
del azulejo, iremos pereciendo.

nada puede hacerse contra ello, todos pereceremos, de cuatro, en cuatro, y esta vida fingida del libro que la divinidad pinta y borra caprichosamente es nuestra única posibilidad de existencia".2


La casa o templo de los cantos y pinturas es donde se vive lo sagrado, la energía de los dioses por medio de danzas, flores y colores, lo que equivale a decir, a través de la poesía, la belleza y las ciencias del ritmo como símbolos de los númenes que activamente configuran el universo del que esa casa o templo es un reflejo. Por otra parte los recitados, los cantos y las pinturas actúan conjuntamente en los rituales que dramatizan los mitos y actualizan las creencias y energías cosmogónicas al simbolizarlas, como piensan E. S. Thompson y Miguel León Portilla de estas ceremonias en las que se conjugaban la lectura de códices con recitados, tanto en la civilización maya como en la náhuatl, aunque, como es lógico, esta no fuese la manera exclusiva de invocación.